Comenzando con historias de un verdadero y espontáneo amor,
así conocí al opresor, lo confundí con detalles y atención,
cuando era lo normal de cualquier relación.
Creí ciegamente en él y por completo me entregué.
Me apuñaló e invisibilizó y al final nada de mí quedó.
Me juró que nunca me abandonaría, aunque no mencionó,
que me amenazaría y atacaría, pero claro todo por amor.
Me dijo que era más importante que su propia vida,
y sin saberlo se adueñó e intentó quitarme la mía.
Me ofreció algo eterno, pero nunca imaginé
que en la eternidad me fuera yo a martirizar.
Al opresor se le llega a normalizar,
se le llega a romantizar
la violencia por las que a muchas ha hecho pasar.
El opresor es ese amor romántico, que jura,
se obsesiona, agrede y mata.
Recuerden que el amor no debe doler.
Que genialidad, hermoso que lo difundas y compartas, e invites a la reflexión.
🌻
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Muchísimas gracias!
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